Una PWA (Progressive Web App) puede definirse en resumidas cuentas como una aplicación móvil accesible a través del navegador. Se trata de un punto intermedio entre las aplicaciones webs y las nativas, aprovechando las mejores prestaciones de cada una de ellas: diseño responsivo, posibilidad de instalarla en el dispositivo, acceso offline, siempre actualizada gracias al uso de Service Workers, indexable desde el navegador y enlazable mediante URL, acceso a las funciones nativas del dispositivo móvil, etc.
Mientras que visitar los sitios de internet tradicionales es un proceso rápido y sencillo, lo cierto es que suelen ofrecer una experiencia de usuario mucho más pobre que las aplicaciones cuando accedemos a ellas desde dispositivos móviles. Por su lado, las apps nativas, es decir, las que se instalan en el teléfono, proporcionan una mejor experiencia a los usuarios, pero están limitadas por las características del terminal y del sistema operativo. El hecho de que sea necesario descargarlas implica que los consumidores tienen que poner un mayor empeño inicial, que luego se pierde al decaer esta impulsividad con el tiempo.
La principal diferencia es que no es necesario descargarlas de ninguna tienda de aplicaciones, ya que se ejecutan directamente en el navegador.
Es por ello que una PWA es una buena alternativa para desarrollar nuestra aplicación, debido a que son capaces de ofrecer las mismas prestaciones y experiencia de usuario que las nativas, siendo más eficientes al ocupar menos espacio en la memoria del teléfono y consumiendo menos datos. Estas son algunas de sus características:
Una PWA presenta numerosas ventajas frente a las aplicaciones nativas y las aplicaciones web tradicionales. Respecto a las primeras, son mucho más eficientes al ocupar menos espacio en la memoria del teléfono y consumir menos datos, todo ello ofreciendo las mismas prestaciones y experiencia de usuario que las apps nativas. Además, utilizar una PWA permite probarla antes de instalarla y ahorrar el tedioso proceso de descarga y la toma de decisiones relativas a la instalación o desinstalación de la herramienta, acelerando los trámites y eliminando pasos innecesarios.
Desde el punto de vista de los desarrolladores, la creación y mantenimiento de una PWA resulta más económico y sencillo que en el caso de las aplicaciones nativas. Tanto confeccionarlas como actualizarlas es mucho más rápido y no es necesario crear una versión de la PWA para cada tipo de dispositivo, sino que una sola basta para ejecutarse y visualizarse adecuadamente en todo tipo de pantallas, por eso también tardan menos en cargarse. Ni siquiera precisan discernir entre Android o iOS, puesto que funcionan en navegadores comunes a los dos sistemas operativos.
Si bien no se trata de una tecnología nueva, han cobrado importancia debido a que cada vez son más los programas que, como Google Chrome, Firefox y Safari, las admiten. También son cada vez más las compañías que como Twitter, Skyscanner, Trivago, Tinder o Starbucks, se han lanzado a explorar el potencial de las PWA.
El patrón de diseño que permite comunicarse de forma reactiva.