Las bases de datos no relacionales, también conocidas como bases de datos NoSQL, son una alternativa a las tradicionales bases de datos relacionales. A diferencia de las bases de datos relacionales, las bases de datos NoSQL no utilizan tablas y relaciones para almacenar datos. En su lugar, utilizan estructuras de datos como documentos, columnas o grafos para almacenar y recuperar información.
Las bases de datos NoSQL se han vuelto cada vez más populares en los últimos años debido a sus características de escalabilidad, flexibilidad y rendimiento. Están especialmente diseñadas para aplicaciones que necesitan baja latencia y modelos flexibles para el almacenamiento de grandes volúmenes de datos.
La principal diferencia entre una base de datos relacional y una no relacional es la forma en que almacenan y organizan los datos. Una base de datos relacional almacena los datos en tablas con filas y columnas, y utiliza relaciones entre estas tablas para establecer cómo se relacionan los datos. Es decir, los datos se organizan en estructuras predefinidas y se deben cumplir ciertas reglas para almacenarlos.
Por otro lado, una base de datos no relacional almacena los datos en una estructura más flexible, como un documento, un grafo o una clave-valor. Los datos pueden estar menos estructurados y no se necesitan relaciones predefinidas entre ellos. Además, las bases de datos no relacionales suelen ser más flexibles y escalables que las bases de datos relacionales, lo que las hace adecuadas para aplicaciones que requieren una alta escalabilidad y disponibilidad.
Por contra, una base de datos NoSQL no garantiza la integridad de los datos ni la atomicidad de las operaciones entre los distintos conjuntos de datos almacenados debido a la ausencia de transacciones en sus procesos de lectura y escritura, lo que las hace menos indicadas para el almacenamiento de datos sensibles o cuando necesitamos garantizar que los procesos se ejecutan con éxito. Justamente la ausencia de estos controles las hace más rápida que las transaccionales.
Hay muchas bases de datos no relacionales, aquí te mencionamos algunas de las más utilizadas:
Las bases de datos no relacionales tienen diferentes características y se utilizan para diferentes aplicaciones. MongoDB es popular para aplicaciones web, Cassandra para aplicaciones de alto rendimiento, Neo4j para datos de grafos, Redis para caché y DynamoDB para aplicaciones en la nube.
Una base de datos NoSQL es adecuada para aplicaciones que requieren una gran cantidad de datos no estructurados o semiestructurados, como datos de redes sociales, registros de eventos o información de sensores. También es útil para aplicaciones que necesitan una alta escalabilidad y disponibilidad, como aplicaciones web en tiempo real o sistemas de gestión de contenido en la nube. Además, las bases de datos no relacionales suelen ser más flexibles y fáciles de escalar que las bases de datos relacionales, lo que las hace adecuadas para proyectos en los que las necesidades de almacenamiento de datos pueden cambiar con el tiempo.
En resumen, una base de datos relacional es más rígida y estructurada, mientras que una no relacional es más flexible y escalable. La elección entre una u otra dependerá de las necesidades específicas de cada proyecto.
El patrón de diseño que permite comunicarse de forma reactiva.