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Contenedores vs Máquinas Virtuales

Cuando empezamos a tomar contacto con los contenedores y a leer sobre ellos una de las dudas que nos puede asaltar es ¿no es lo mismo un contenedor que una máquina virtual? No en vano ambas tecnologías nos ofrecen un mecanismo de virtualización. Y es que aunque nos pueden servir para lo mismo presentan algunas diferencias.

Máquina Virtual

En el caso de una máquina virtual se permite que varios sistemas operativos se ejecuten a la vez sobre una misma máquina física, es decir, sobre un mismo hardware. El nacimiento de las máquinas virtuales se basa en poder aprovecha la capacidad de memoria y CPU de grandes máquinas físicas de forma virtual por varias instancias de sistemas operativos. Aprovechando al máximo el no uso, en ciertos momentos, de los sistemas.

En el caso de las máquinas virtuales se dispone de una pieza que es el hipervisor la cual emula el hardware físico para que las máquinas virtuales puedan utilizarlo. Estos hipervisores consumen recursos del sistema.

Cuando virtualizamos con una máquina virtual esta arranca todo el sistema operativo que está virtualizando. Es por ello que las imágenes de las máquinas virtuales son muy pesadas (al contener todos los ficheros del sistema operativo) y digamos que se toman su tiempo a la hora de arrancar.

Contenedor

La virtualización del sistema operativo ha crecido en popularidad en la última década para permitir que el software se ejecute de manera predecible y se mueva bien de un entorno de servidor a otro. Pero los contenedores proporcionan una forma de ejecutar estos sistemas aislados en un único servidor o sistema operativo host.

Los contenedores se encuentran sobre un servidor físico y su sistema operativo host. Cada contenedor comparte el núcleo del sistema operativo host y, por lo general, también los archivos binarios y las bibliotecas. Por lo tanto, los contenedores son excepcionalmente ligeros.

En resumen, los contenedores son más livianos y más portátiles que las máquinas virtuales.

Conclusión

Las máquinas virtuales y los contenedores difieren de varias maneras, pero la principal diferencia es que los contenedores proporcionan una forma de virtualizar un sistema operativo, para que se puedan ejecutar múltiples cargas de trabajo en una sola instancia del sistema operativo.

Con las máquinas virtuales, el hardware se está virtualizando para ejecutar varias instancias del sistema operativo. La velocidad, la agilidad y la portabilidad de los contenedores los convierten en otra herramienta más para ayudar a agilizar el desarrollo de software.

En el caso de que necesites utilizar todas las capacidades de un sistema operativo lo mejor es acudir a un modelo de máquina virtual. Por ejemplo si queremos que un usuario final disponga de un set de herramientas de trabajo puede ser un entorno idóneo. Mientras que si estamos pensando más en virtualizar aplicaciones para desplegarlas en entornos productivos deberíamos de ir más por el modelo de contenedores, dónde pudiésemos aislar todo lo necesario para que nuestra aplicación se ejecute.

Los contenedores han revolucionado la forma en la que desplegamos muchos tipos de aplicaciones que no necesitan de un sistema operativa propio, sino únicamente compartir los recursos de la máquina. Procesos como bases de datos, contenedores web o servidores de aplicaciones son ideales para explotar esta tecnología.

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